miércoles, 11 de septiembre de 2013

continuando un principio II

(...)

Tengo entendido que para sumergirse en un placentero sueño sólo hay que pensar en cosas bonitas; si lo intento se me acaban torciendo los pensamientos y termino pensando en uno de "mis pequeños traumas". 

Me da por recordar como en 8º de E.G.B. durante una noche de "Boite" en el viaje de estudios a Baqueira Beret y Andorra, intentando parecer una entendida en el tema, le dije a Alejandro Serrano que era una chica: "Heavy Metal". El rubio más rubio de la clase me miró por encima de su San Francisco y yo le devolví la mirada arrugando la boca intentando esconder el brillo plateado de mis brakets. 
- ¿Dices que eres "Heavy Metal"? - y le dio un trago a su San Francisco
- ¡me encanta el "Heavy"! - contesté pasando un mechón de pelo detrás de la oreja izquierda

¡Dios! ¡Qué ridículo más espantoso  ¿cómo es posible que ahora, precisamente ahora, recuerde esto?. Si es que me estoy viendo, vestida con unos vaqueros Grin's de color negro lavado, porque había confiado en mi madre al comprarlos: qué sí, nena. Que estos son de marca ¡y mira qué baratos!... 
¡Y mira qué baratos!¡Y mira qué baratos! Baratos y no eran de marca, las Guays se rieron un buen rato a mi costa. Como si no tuviera bastante con ser la primera de la clase, la de los aparatos en la boca y encima "La Barata". 

Para dejar de parecer "La Barata" me dejé cardar el pelo por una de las Guays (ahora no recuerdo si fue Sonia o Cynthia), una mata de pelo negro que me llegaba a la mitad de la espalda, parecía la novia de Frankenstein, con aquellos pelos, los pantalones baratos y un jersey de ski. Aunque bien mirado, peores eran las pintas de las Guays, eso no lo sabía entonces, eran los años 80.

- Y, ¿qué grupos te gustan? - un guiño en el rabillo de su ojo me hizo creer que se estaba fijando en mi... por eso me lancé con todo el equipo y con mis catorce años recién cumplidos le confesé:
- Europe y... y... ¡Bon Jovi! - aquí Fortuna me la jugó con la banda sonora, porque el "Living on a Prayer" empezó a sonar en aquel preciso instante.

Alejandro Serrano reía, pensé que el golpe de efecto de la canción era lo que provocaba su risa, pero me equivocaba:
- Si eso te parece "Heavy Metal" estás muy equivocada y yo me he equivocado contigo... 

La parrafada que le siguió apenas la recuerdo, algunas palabras sueltas como que leía demasiada "Super Pop" (¿cómo lo sabía?) y que escuchaba muy poca música (eso no era verdad, también me gustaban Jason Donovan, The Beatles y The Platters). Creo que también se metió con mi pelo (aunque de esto ya no estoy tan segura). Se levantó con un gesto muy tosco y se acercó a la barra, yo aproveché para marcharme corriendo al hotel a contárselo a Sarah. 

"Oh Oh! Living on a Prayer, take my hand we'll make it - I swear"

Aquella noche dormí con Sarah por primera y última vez, pensé que me encantaba la idea de poder compartir con ella excursiones y viajes. Quería ver mundo con ella, con aquella pequeña pecosa que conseguía que me entrase el Álgebra o que corregía los textos que presentaba a la revista del colegio con la absurda esperanza de que me publicasen alguno. La misma que contaba chistes absurdos: "Y va el caracol...¡ y derrapa!" y se reía a carcajadas de mi y conmigo. La que heredaba los libros que leía y hasta que no lo habíamos leído las dos no se podía comentar. 

Moby Dick, Momo, La historia interminable, Cuando Hitler robó el conejo rosa, La nube,  Hijos del jueves, El largo viaje, El principito, Rebeldes... ¿Dónde estás Sarah?

¡Así no me voy a dormir nunca! 


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