viernes, 15 de junio de 2012

Cerrando semanas

Estoy acabando con las puertas que no llevan a ninguna parte, ahora que el laberinto se rinde ante mis pies es el momento adecuado para marcarlas a hierro y fuego para no volver a equivocarme.
Me habría gustado tener siquiera un croquis en una servilleta, una fórmula matemática en plan: A la derecha en la primera, luego dos siguiendo recto y a la izquierda, luego otra vez a la izquierda y tres más y a la derecha... habría sido mucho más sencillo, más recto, perfecto y no esta senda sinuosa y retorcida en todos los sentidos posibles de la palabra.
¿Lo pienso de verdad? ¿quién quiere saber el camino propio antes de recorrerlo? ¿acaso no altera el resultado conocer el fin?

Por si acaso, no miro atrás y a por la siguiente esquina...


Imagina

Imagina que puedes domar la palabra hasta convertirla en susurro, en aliento, en aroma, plato y copa o mantel... nunca has podido encontrar la fórmula de cómo se hace una O con un canuto y en cambio la encuentras a ciegas de mil y una formas distintas cuando la tratas en su estado inmaterial.

Imagina que atrapas lo inatrapable y hasta consigues guardarlo en una inmensa caja sin fin... Imagina, imagina... tampoco es necesario imaginarlo, porque lo has hecho, lo acabas de hacer y estás paseando bajo la lluvia para celebrarlo... así que no imagines, sólo dale al play una vez más y brinda conmigo, que hoy tenemos mucho que celebrar...

He dicho que ya lo tengo!

Puedo cerrar los ojos o dejarlos abiertos, eso tanto da, necesitaba encontrar la unión irrompible entre el principio y el final...


miércoles, 13 de junio de 2012

Retomando proyectos

Francesco Clemente

No sé muy bien por que, sé que llegué y a los dos días me fui, no por falta de palabras ni de cosas que contar, quizá porque la vida es eso que te sucede mientras actualizas tu status de Facebook, lo cierto es que las ganas de darle al intro estaban y cada vez que me ponía sonaba el teléfono, salía una resonancia mal, despedían a un hermano o se acababa algo que no esperaba que acabara.

Excusas a parte, necesito volver a encadenar palabras, quizá porque ahora hay tantas cosas que no tienen sentido, me he dado cuenta de que, pase lo que pase y pese a quien pese, sólo puedo ser quien soy cuando estoy aquí, frente a mi propio reflejo en el monitor, con la sana esperanza de encontrar el camino para contar todo lo que tengo que contar... Retomar el proyecto y continuar, aunque se hunda el mundo...

                                                                                                                           

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