sábado, 5 de octubre de 2013

Me gustaría

Si te quieres emocionar...

Me gustaría teclear esta entrada con el idioma que copa mi corazón y mi pensamiento, una lengua que tiene mil nombres, incluso algunos muy peyorativos pero a la que quiero desde el mismo sitio en el que nace y muere, de los labios de tanta gente a la que adoro.

Me gustaría hacerlo y hacerlo bien, porque así soy, porque es la única forma de ser que conozco, la que tengo; y si no lo voy a hacer bien no lo hago. Aquí es donde suena la nota discordante, la que hace que la melodía pierda su virtuosa armonía, no lo puedo hacer porque no lo hago bien, no lo hago bien porque no aprendí lo suficiente y no aprendí lo suficiente porque no me lo enseñaron y para cuando descubrí que no era capaz de escribir en el mismo idioma en el que pienso, amo y existo era demasiado tarde para corregirlo.

Escribir no es un hábito, no es algo que puedas adquirir, por mucho que lo entrenes o procures mejorarlo, si no te viene de serie, mejor no intentarlo. Así me siento, plenamente consciente de mi incapacidad para teclear en Català, la lengua que se habla en casa y en el entorno en el que nací.

Y no es algo que sea exclusivo a mi persona, lo tengo comentado; es parte de un argumento que nace de la experiencia personal, de quien estudió su infancia y adolescencia en Castellano, tratando en Català en una única asignatura que tenía menos horas lectivas que Matemáticas o Geografía. Algo completamente inherente a toda mi generación, transitiva e inadaptada. Lo mismo sucedió con el Inglés, otro idioma que aprendimos a medias, que de nada sirve si luego no te preocupas tú de darle cancha, de leerlo, de ver cine y tele. Todavía hoy soy incapaz de ver un programa de la BBC sin subtítulos (en Inglés eso sí).

El día que llega a tus oídos que, tras años de implantación de un modelo de inmersión lingüística en el que prácticamente el 80% de las asignaturas que se imparten en los colegios, institutos y universidad del territorio que te ha visto nacer son presentados en Català, que entiendes y justificas por todo lo que acabo de decir apenas unas líneas más arriba, va a ser transformado en un sistema trilingüe que divide las aulas en tres idiomas vehiculares no sólo te emocionas, crees que por fín se ha encontrado la fórmula de la chispa de la felicidad.

Un rato más tarde, descubres que los medios no acompañan en absoluto al fin; que el modelo hace aguas antes incluso de botarlo, que no hay más que ver, que se pretende atender a un alumno de 6 años al que despediste en junio con un "Fins al Setembre" en una recepción en septiembre con un "Good morning, Pablito, did you enjoy your holidays?".

Si te pones en la piel de ese alumno que está tres décadas más abajo, imaginas su incapacidad para discernir, la tortilla mental que le puedes llegar a provocar y entiendes, claro que lo entiendes, cómo no lo vas a entender, si tú también has sido ese alumno de 6 años.

Y no voy a decir nada de ver a todos mis profesores en pie contra el nuevo sistema junto a 100.000 personas vestidas de verde esperanza, esperando que la batalla política no consuma las vidas de sus hijos y alumnos como daño colateral.

Así lo veo, así lo pienso, así te lo tecleo. Espero, sigo esperando, que algún día el mar y el cielo lleguen a unirse aunque sólo sea en el horizonte.

Y como no hay 5 de octubre que pase sin gloria y este año no he podido coger un avión para celebrarlo porque las niñas vinieron a celebrarlo a casa; la canción que acompaña a esta entrada no sólo es para "la meva llengua" también lo es para "la meva Crisita".



martes, 1 de octubre de 2013

Ese día llegará...

Podría empezar parafraseando a Lychi de La Cabra Mecánica, pero si os parece bien, empezaremos por el principio, que suele ser un buen punto. El principio me teletransporta sin pasar por la casilla de salida a la extinta casa de la calle de la Navidad, cuartel general del final de mi infancia y de la adolescencia.

A aquel "Greatest Hits II" que había llegado a casa en forma de regalo del viaje de estudios.
[Mi padre pidió el disco "del de Barcelona" y mi hermano, el meco de mi hermano, con sus fantásticos once años fue quien anotó "Queen"]

Aquí la niña estrenando el amplificador nuevo de su padre a golpes de la canción nº 11, no bastó con aporrearla en la mesa, ni con subir el volumen al máximo (hay vecinos de dos calles más abajo que todavía se acuerdan de nosotros), necesitábamos sacarle el jugo, saber qué puñetas decía aquel personaje del que tan poco sabíamos como que acababa de morir y que vestía de mujer en un vídeo que habíamos visto cienes y cienes de veces.

Mi hermano me puso a prueba con aquel reto que sonaba a: "yo no me atrevo ni a intentarlo".

Vaya si lo intenté, con el libreto en la mano y palabra a palabra, sé que tiene poco mérito, pero nadie nos quitó el subidón ni a mi hermano ni a mi.
Tras aquella otras vinieron, bueno... cienes y cienes más... la que recuerdo con más cariño es esta.

Nos pilló de primera en casi todo, con la ilusión y las esperanzas todavía con el papel de celofán y el lazo. Al meco le sirvió de inspiración, apenas tres años después chapurreaba con el bajo utilizando la pared de su cuarto como amplificador. En mi caso, todavía la busco de vez en cuando y cuando lo hago mis retinas se llenan de nuevo de ese recuerdo en nuestra casa de la calle de la Navidad.

Le doy al  y la habitación se inunda por la lluvia de un piano que anuncia un milagro y ahí me tenéis, sentada sobre una alfombra de esparto con el diccionario en la izquierda y el bolígrafo en la derecha. No paré hasta reducir a aquella melodía, quería meterla en el papel para intentar sacarla de mi cabeza.
[y no lo conseguí]

Sí, sí... infantil, sencilla, naif... me da igual, cuando siento que la fe se dobla en algún punto, recurro a ella... ¿qué le voy a hacer? ¡soy una básica!

Cada gota de lluvia que cae 
en el desierto del Sahara lo dice todo, 
es un milagro. 

Todas las creaciones de Dios, 
grandes y pequeñas, 
el Golden Gate y el Taj Mahal, 
eso es un milagro. 

Nacen bebés probeta, 
de madres y padres que mueren y se van, 
es un milagro. 

(ESTRIBILLO) 
Tenemos un milagro en la Tierra, 
la madre naturaleza lo hace todo por nosotros. 

Las maravillas del mundo van desde, 
los jardines colgantes de Babilonia, 
el capitán Cook, Caín y Abel, 
Jimi Hendrix hasta la Torre de Babel, 
es un milagro, 
es un milagro, 
es un milagro. 

Es un milagro. 

(Estrofa) 
Lo único 
que estamos esperando, 
es paz en la Tierra 
un final a la guerra, 
es un milagro lo que necesitamos, el milagro. 

El milagro 
que todos estamos esperando hoy. 

Si cada hoja de cada árbol 
pudiera contar una historia, eso sería un milagro. 
Si cada niño en cada calle, 
tuviera ropa que vestir y comida para comer, 
eso es un milagro. 
Si toda la gente de Dios pudiera ser libre 
para vivir en perfecta armonía, 
eso es un milagro. 

(ESTRIBILLO) 

Cirugía a corazón abierto, 
mañanas dominicales con una taza de té, 
las súper potencias, siempre luchando, 
pero Mona Lisa continua sonriendo, 
es un milagro, 
es un milagro, 
es un milagro. 

Las maravillas de este mundo continúan 
es un milagro, 
es un milagro, 
es un milagro, 
es un milagro. 

(Estrofa) 

El milagro 
de la paz en la Tierra 
y el final de la guerra de hoy. 

Ese momento llegará, un día, verás, 
cuando todos podamos 
ser amigos.

¡Mira que eres bicharrara, Carlita!
a todo el mundo le gusta la Bohemian Rhapsody y tú prefieres The Miracle...

Personal disclaimer:
Esta entrada es parte de un regalo de cumpleaños que tendré el honor de recibir en casa este próximo viernes. Espero que te guste mi primera lección de Inglés y te ayude en la tuya.
Por inspirarme y aceptarme tal y como soy... la primera entrada de octubre sólo puede ser para la prueba viviente de que el misterio de los sencillos no encandila, engancha!




That time will come, that day you'll see when we can all be friends!
y ahora sí... no me llames ILUSA... PORQUE TENGA UNA ILUSIÓN!! 


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